Los tiburones son de los pocos animales del océano que nos proporcionan adrenalina y espanto a partes iguales. Los buzos profesionales de tiburones se sienten atraídos por la experiencia de nadar entre estos depredadores porque siguen siendo todo un misterio, desde sus patrones migratorios a sus hábitos de reproducción. Pero, si miramos a través de los ojos de un asesino como este durante unos pocos minutos, podríamos conocer muchos de sus secretos. Con estas seis especies que te presentamos esperamos que aprendas a conocer un poco más el comportamiento de los escualos.
Antes de empezar, no te pierdas la siguiente historia y nada junto a la segunda especie de tiburón más grande del mundo.
Cuando un profesional se encuentra con un gran tiburón blanco
Especie: Gran tiburón blanco.
Consejo del experto: El cebo no debe estar demasiado cerca de la jaula.
Desde 2001, Terry Salmon ha capitaneado M.V. Horizon, un barco que parte de San Diego (California) por las aguas de Baja (México) para bucear con tiburones blancos. Su equipo abrió el camino en el terreno de bucear en una jaula metálica de protección en la que al hombre de la caja se le suministra aire a través de un aparato especial con oxígeno. Hasta ahora, su historial de seguridad es perfecto.
El truco: No poner el cebo demasiado cerca de la jaula porque esta especie puede llegar a medir 5 m. y necesita espacio para maniobrar.
Los apacibles tiburones tigre
Especie: Tiburones tigre.
Consejo del experto: No dejes que los tiburones manden en el contacto.
“Es sorprendente lo apacibles que son los tiburones tigre", dice Eli Martínez. El redactor de la revista de Shark Diver se puso el traje de buceo y nadó con ellos decenas de veces en Tiger Beach, un sitio de la isla de Gran Bahama.
Asegura que una experiencia segura se basa en el aprendizaje de las reglas y la mayor de ellas es estar siempre a la ofensiva, dispuesto a utilizar la mano para empujar al tigre cuando nada demasiado cerca de ti. Los tiburones no deben dictar el contacto.
Las mejores acrobacias submarinas
Especie: Tiburón de arrecife del Caribe.
Consejo del experto: Ser paciente.
El vínculo que desarrollan estos tiburones con los buzos es tal, que los profesionales son capaces de ponerlos a hacer el pino en la palma de su mano. Ese movimiento se conoce como inmovilidad tónica, aunque es mejor dejarlo para expertas como Cristina Zenato, entrenadora jefe de tiburones de UNEXSO Resort, en Gran Bahama.
Tiburones toro
Especie: Tiburones toro.
Consejo del experto: No hacer movimientos bruscos.
"Ellos no buscan morderte un brazo", dice Jorge Loria, el propietario del centro de buceo Phantom Divers de Playa del Carmen (México). Se refiere a los tiburones toro que aparecen a unos pocos metros de la costa cada invierno y a 25 m. de profundidad.
Loria sigue una serie de precauciones: para evitar parecerse al cebo, viste con trajes completamente negros y no lleva nada blanco ni brillante. Las cámaras GoPro deben ir en los palos.
Los más desafiantes
Especie: Tiburón oceánico de punta blanca.
Consejo del experto: Ser consciente de los alrededores.
Lo que seguro que no verás en una inmersión con tiburones oceánicos será arena. Los buzos están en mar abierto, normalmente a unos 21 m. de profundidad en unas aguas que llegan a los 915 m. de descenso.
El hecho de no tener tierra bajo sus aletas dificulta la acción: tienen que estar siempre en alerta. Este tiburón exige fuerza y personalidad. Tienen que mirarles fijamente a los ojos e inclinarse en cada encuentro para demostrar dominio... o falta de miedo.
Martínez dice que hay un montón de reglas a seguir a la hora de bucear con tiburones oceánicos. "Los miramos muy de cerca", asegura.
Buceando con amables gigantes
Especie: Tiburón ballena.
Consejo del experto: No hacer ruido.
El único riesgo a la hora de bucear con tiburones ballena es hacer ruido. Solo tienes que recordar que estos peces son muy grandes (llegan a medir 13 m.) pero solo se alimentan de plancton. Gritar a través de un tubo de buceo les asusta.