El Canal de la Mancha lo han cruzado menos personas que las que han subido al Everest. En 2016, Howard James lo hizo dos veces y en ambas ocasiones con el agua casi helada.
A las 01:00 se metió en el agua y comenzó su largo trayecto desde Inglaterra hasta Francia. Se trataba de otro paso después de un viaje mucho más largo doloroso, ya que, en 2015, James y su esposa Esmari perdieron a su hija cuando todavía era un bebé. Una de las razones para lograr estos dos récords era recaudar fondos para la organización sin ánimo de lucro que han creado en nombre de su hija, The Alexa Trust.
Aquí te dejamos la historia de la última vez que lo cruzó. Eso sí, échate una buena manta por encima porque solo con leer la historia te entrará frío.
Fuera lo viejo, bienvenido lo nuevo
El 3 de noviembre de 2016, el nadador británico Howard James cruzó el Canal de la Mancha en 11 horas y 38 minutos. Fue un nuevo récord al cruzarlo a una hora más tardía que nadie, superando la anterior plusmarca que estaba en poder de Mike Reed desde 1979.
Casi desnudo
No fue la primera ocasión en que James cruzaba el Canal de la Mancha. El 16 de mayo había batido el récord por hacer el trayecto a la hora más temprana, con un tiempo de 13 horas y 13 minutos, con el agua a nueve grados.
A estas temperaturas, sin ropa protectora, una persona comienza a perder sus capacidades en 10 minutos, y en dos horas puede llegar a perder la consciencia y no sobreviviría mucho más allá de seis horas.
Sin traje de neopreno
Al contrario de la creencia popular, ponerte grasa de ganso en el cuerpo no ayuda a protegerte del frío. Los nadadores que cruzan el Canal solo pueden llevar un simple traje de baño, gafas y un gorro.
Frío, frío
Cuando James se metió en el agua en Dover a las 01:00 am estábamos ante la noche más fría del otoño. “Las dos primeras horas fueron las más difíciles. Es cuando mi cuerpo se tiene que aclimatar y estoy buscando el ritmo para nadar y acostumbrarme a sentir el viento frío en mi espalda”, dijo James.
Comida... mucha comida
Durante el cruce del Canal, los nadadores queman unas mil calorías por hora. No se les permite que toquen el barco durante la travesía, por lo que el equipo les arroja la comida y bebida, que casi no pueden agarrar al no tener casi tacto en las manos.
James comía cada 50 minutos. Luego, cada 25 minutos hacía un al sprint pues, según él, "rompía la monotonía y hacía que la sangre siguiera fluyendo".
Entrenando para el frío
Entrenarse en aguas frías es fundamental para poder cruzar el Canal de la Mancha. James trabaja montando andamios: “No me puse ningún jersey cuando estaba trabajando. De lunes a viernes nadaba durante dos horas o dos horas y media para aclimatarme a las bajas temperaturas. Los domingos me levantaba a las 05:00 para nadar durante cuatro horas. Los sábados lo hacía durante seis o siete horas. El objetivo era darle un ‘shock’ al cuerpo empezando muy temprano”.
Los 33,3 km más largos del mundo
La distancia más corta entre Dover y Cap Griz Nez, en Francia, es de 33,3 km. Pero en el Canal hay unas mareas terribles, por lo que el nadador tiene que tener la fuerza suficiente para superar estas enormes corrientes.
Mucho tráfico
El Canal de la Mancha es la zona marítima con mayor tráfico del mundo. Cada día más de 500 barcos lo cruzan. Una vez que James llegó a la zona de los barcos, había perdido la sensación en sus extremidades, pero continuaba nadando con fuerza.
Tan cerca y tan lejos
James estaba casi a punto de conseguirlo en solo 10 horas, pero cerca de Francia cambió la marea y fue arrastrado por ésta hacia el norte, lejos de Cap Griz Nez. “Se estaba moviendo más rápido de lo que yo pensaba”, recuerda.
Más que agotado
James mide 190 cm, tiene unas manos que parecen palas y una enorme fuerza. Así que fue capaz de superar a la corriente y llegó al sitio previsto después de 11 horas y 38 minutos.
Solo tres más
“Creo que todavía sería capaz de hacerlo tres veces más, tres maratones”, dijo James después de recibir multitud de premios durante una cena de gala de la Channel Swimming Association en Dover.