Clavadismo
Cómo Aidan Heslop está superando los límites de clavados desde acantilados
El ascenso a la cima de este clavadista británico de 22 años es sólo el primer capítulo de su historia, cuyo objetivo final es el dominio definitivo de este deporte.
Cuando creces siguiendo de cerca las carreras de gigantes del deporte como Tom Daley y Gary Hunt, es lógico que desarrolles tu propio sentido inquebrantable de la ambición. Para Aidan Heslop, su carrera como saltarín de trampolín le ha encaminado hacia su objetivo final: ser la referencia viva del éxito.
Considerado como uno de los atletas que lideran la vanguardia de la "nueva generación" de cliff diving, Heslop siempre estuvo preparado para la grandeza.
An ecstatic Aidan Heslop celebrates his title with the King Kahekili trophy
© Dean Treml / Red Bull Content Pool
El flamante ganador del trofeo Rey Kahekili ha sido uno de los primeros "clavadistas puros" en llegar a este deporte con una trayectoria única orientada a los clavados desde acantilados: ha vivido y respirado los clavados desde su infancia, ha seguido las huellas de las leyendas de clavados desde acantilados que le precedieron, y ahora se encuentra entre ellas como un campeón.
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Puro clavados desde acantilados, pura ambición
"Creo que mi ambición es dominar este deporte. No sólo ganar un campeonato del mundo, sino ser bastante intocable para los demás clavadistas... ser la persona a la que todo el mundo quiera vencer", dijo Heslop la temporada pasada, cuando el clavadista británico estaba en la carrera por el título de campeón Red Bull de Cliff Diving.
Ahora, una vez concluida esta temporada, es un objetivo que Heslop va camino de alcanzar. No sólo se ha ganado este año el título de Campeón del Mundo Acuático 2024, sino que el recién coronado campeón de las Series Mundiales y prodigio del Cliff Diving también se ha convertido en el sexto clavadista de la historia de la categoría masculina de las Series Mundiales que ostenta el codiciado trofeo Rey Kahekili.
Heslop ya no es sólo el rostro de una nueva generación de clavadistas; ahora es el altleta de clavados de acantilados número uno del mundo. Es la nueva referencia.
El cielo es el límite para Aidan Heslop
© Dean Treml/Red Bull Content Pool
La concentración, la ambición y la determinación llevan mucho tiempo arraigadas en la psique de este joven de 22 años. La trayectoria de Heslop desde que era un joven protegido de los clavados hasta que se convirtió en un icono de los clavados en acantilados está bien documentada. De ser un niño de siete años loco por el BMX e inspirado por Tom Daley, el joven Heslop, ávido de adrenalina, pasó a un nuevo nivel cuando, a los 10 años, descubrió el salto desde acantilados a través del indiscutible GOAT de este deporte, Gary Hunt.
Owen Weymouth, amigo y compañero de Heslop, había compartido un vídeo reciente de Hunt realizando la inmersión más difícil del mundo por aquel entonces, su característico triple cuádruple de espalda. "Simplemente pensé: 'Eso no puede ser real. No puede ser'", recuerda Heslop. "Siempre he sido un poco alocado, nunca me quedaba quieto, saltaba por las paredes y me subía a los árboles. Así que la idea de lanzarme desde 27 m me enganchó de inmediato". El joven clavadista aprovechaba cualquier oportunidad para conectar con las incipientes Series Mundiales.
El joven Aidan se hace una foto con Orlando Duque y Jonathan Paredes
© Aidan Heslop/Red Bull Content Pool
El entusiasta de los clavados es ahora la referencia del éxito
© Aidan Heslop/Red Bull Content Pool
Para un preadolescente Heslop en plena construcción de su propia y exitosa carrera como clavadista, seguir la carrera de Hunt y ser testigo de cómo el creador de historia y de récords superaba los límites del deporte y de la capacidad atlética fue un golpe diferente. La leyenda de los saltos desde acantilados personificaba todo lo que el joven británico quería llegar a ser: un intrépido buscador de emociones, un pionero superdotado y un campeón casi invencible. Hunt era el buceador a batir.
Eran rasgos que, en lo más profundo de sus huesos, Heslop creía que algún día podría emular.
Gary Hunt era mi principal ídolo, ya que podía identificarme con él mucho más que con Daley.
"Gary y yo somos clavadistas parecidos, técnicamente, en la forma en que giramos y damos volteretas. Obviamente, no intento ser exactamente como Gary, pero fue un buen punto de partida: sentir que tienes los mismos rasgos que un campeón del mundo no es una mala sensación cuando tienes 14 años."
Un joven Heslop con su ídolo Gary Hunt y la pandilla en Bilbao, 2019
© Dean Treml/Red Bull Content Pool
En 2018, Heslop debutó en las Series Mundiales Red Bull Cliff Diving con 16 años. En 2019, ya había hecho historia al convertirse en el finalista más joven del podio y en el ganador más joven de la competición. En 2022, estaba en lo más alto del podio tras su primera aparición como clavadista permanente, en la apertura de la temporada en Boston. Esta hazaña se hizo aún más dulce al compartir su éxito ganador con su compañera novata -y novia- Molly Carlson, clavadista permanente de las Series Mundiales.
Dos temporadas después, con sólo 22 años, la ambición de Heslop sigue sin tener límites. Considerado ya un titán de los clavados desde acantilados, también se ha ganado la reputación de ser uno de sus grandes pioneros, que sigue superando los límites del deporte extremo más antiguo del mundo. Y como recién coronado campeón más joven de la historia de las Series Mundiales Red Bull de Cliff Diving, Heslop ya se ha ganado su estatus de leyenda.
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Cómo Duque vio a un campeón en ciernes
El ascenso de Heslop a la categoría de campeón no ha sido una gran sorpresa para quienes le conocen bien, especialmente para la leyenda de las Series Mundiales Red Bull Cliff Diving , Orlando Duque.
Mucho antes de que el británico realizara algunas de las mayores inmersiones de Grado de Dificultad (DD) jamás vistas en este deporte, o de que se abriera camino hasta la cima de la clasificación, Duque -a quien se puede ver supervisando toda la increíble acción aérea como actual Director Deportivo de las Series Mundiales- predijo hace mucho tiempo que el joven saltador alcanzaría algún día el estatus de campeón, con el potencial de sacudir este deporte y convertirse en una fuerza dominante.
"Aidan ha estado con nosotros desde que era un niño, le recuerdo de pequeño, y siempre ha estado vinculado a nosotros en Red Bull Cliff Diving. Creo que eso es genial: desde el principio se veía que quería hacer esto, pero claro, era tan joven que tuvo que esperar hasta que se le permitió hacerlo. Y cuando llegó, lo hizo a lo grande. NO estaba jugando. Quería esto de verdad".
Lanzarse desde el famoso balcón de Polignano a Mare
© Romina Amato/Red Bull Content Pool
Se ha preparado tan bien que ya nada le asusta
Desde la perspectiva de Duque, el ascenso de Heslop a la cima era sencillamente inevitable, dado su talento, pasión y determinación.
"Creo que estaba destinado a hacer esto, y me alegra mucho ver su confianza", comentó Duque. "Ha hecho esto durante tanto tiempo y se ha preparado tan bien que ya nada le asusta. Es bueno ver a alguien competir así".
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Cuando el sueño se convierte en misión
Los primeros días del británico como junior le vieron entrenar trampolín de 1 m, trampolín de 3 m y plataforma de 10 m en su ciudad natal de Plymouth, en el Reino Unido. Ya entonces, su talento natural y su fenomenal conciencia aérea hacían que el clavadista adolescente destacara entre la multitud.
Este talento, unido a un insaciable gusto por la aventura y la adrenalina, hizo que desde el principio Heslop se forjara una reputación de estar a la altura de las inmersiones más grandes y duras.
Pero sin una formación gimnástica en la que apoyarse, el joven adicto a la adrenalina tuvo que esforzarse en entrenar los bordes "desaliñados" de sus inmensos saltos, perfeccionando los acabados y la técnica que en última instancia le harían ganar puntos ante los jueces.
A los 15 años, con tres medallas de oro en su haber en los nacionales junior, Heslop había encontrado su forma de ganar, y como hijo de padres nacidos en Gales, tuvo la oportunidad de representar a Gales en los Juegos de la Commonwealth. Pero a pesar de su catálogo de éxitos en la piscina, el salto de trampolín seguía estando firmemente en el campo de visión de Heslop, su sueño de convertirse en imbatible en este deporte seguía conservando una atracción irresistible. El joven británico sólo necesitaba un pie en la puerta, y esperó pacientemente la oportunidad de abrirla de par en par.
No tuvo que esperar mucho. En 2018, Heslop fue invitado a debutar en el hogar espiritual de las Series Mundiales Red Bull Cliff Diving, Polignano a Mare, Italia. Competir oficialmente en el impresionante lugar de Apulia como clavadista de acantilados Red Bull fue un momento decisivo para el entonces joven de 16 años.
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Conoce al clavadista más joven del evento
Mira cómo debuta en Polignano a Mare el competidor de Red Bull Cliff Diving más joven de la historia.
Reforzado por la naturaleza épica de las asombrosas inmersiones desde 27 m, y compitiendo junto a los mejores del mundo, el camino de Heslop hacia el éxito empezó a ser un poco diferente, y el buceo desde acantilados se convirtió en un destino nuevo y accesible en el mapa.
Heslop terminó en 11ª posición en su debut en las Series Mundiales, y volvió en 2019 en Bilbao para subir al podio en 3ª posición, siendo el clavadista más joven en lograr esta hazaña. Ahora se encuentra a la vanguardia de una nueva generación de buceadores de acantilados, y el hecho de que el adolescente, seguro de sí mismo, terminara entre los tres primeros hizo temblar las Series Mundiales, ofreciendo un fuerte indicio de lo que estaba por venir.
Para Heslop, fue también por aquel entonces cuando el clavados desde acantilados dejó de ser un simple evento divertido en el calendario de competiciones de clavados: el sueño se había convertido en la misión, y empezó a albergar aspiraciones muy reales de convertirse en múltiple ganador del trofeo Rey Kahekili.
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El factor Molly
En 2021, el británico fue invitado de nuevo a competir en varias paradas de las Series Mundiales como comodín, y al principio de la nueva temporada conoció a otra clavadista de acantilados, Molly Carlson.
"Conocí a Molly en la parada de Red Bull Cliff Diving en Downpatrick Head, Irlanda, en 2021. Nos conocíamos de antes a través de las redes sociales, pero congeniamos al instante y nos hicimos amigos desde el momento en que nos conocimos", explica.
Clavado en Downpatrick, donde Aidan conoció por fin a Molly
© Romina Amato/Red Bull Content Pool
Fue otro momento decisivo en la historia de Heslop, ya que ambos congeniaron y empezaron una relación. Los dos jóvenes buceadores de gran talento lideraban la nueva ola de buceadores de acantilados, y su sólida relación fue un factor importante en el monumental traslado de Heslop al otro lado del Atlántico, desde el Reino Unido a Montreal, en Canadá, país natal de Carlson.
Bajo el ala del entrenador de Carlson, Stéphane Lapointe, Heslop se unió a su novia y a otros cuatro atletas para entrenar varias veces a la semana en el centro olímpico de saltos de trampolín cubierto de categoría mundial de la ciudad, la única instalación cubierta del mundo con una plataforma de 20 m. Y aunque sus planes podían variar -competiciones, entrenamiento con pesas, entrenamiento en tierra seca, sesiones de análisis de vídeo, proyectos Red Bull y todo lo demás entre medias-, Heslop afirma que inevitablemente él y Carlson entrenaban juntos en la piscina prácticamente a diario.
El apretado calendario y la naturaleza de este deporte hacen que el bienestar mental sea una prioridad tanto para el entrenador Lapointe como para el dúo de clavadistas. A pesar de su suprema confianza en sí mismo en la plataforma -y de su capacidad para abrazar el miedo-, Heslop no es inmune a las presiones de competir al más alto nivel en la escena mundial, ni a manejar la superdosis ocasional de intimidación que supone romper los límites en un deporte ya de por sí extremo.
"Definitivamente, prepararse mentalmente para este deporte es más duro que prepararse físicamente", comenta Heslop. Pero con un apoyo mutuo inquebrantable, la joven británica y el popular saltador de acantilados canadiense forman un equipo formidable.
Aidan y Molly celebran la victoria de Aidan en Polignano a Mare, en 2023
© Romina Amato/Red Bull Content Poo
"Ser capaces de comprender los momentos difíciles por los que pasamos como atletas es de gran ayuda en nuestra relación", añade Heslop. Como defensora de la salud mental, Carlson lleva años construyendo su movimiento Pandilla Valiente hablando abiertamente de sus fracasos, miedos y ansiedades a su comunidad online. Pero a nivel personal, Heslop se siente bendecido por tener a su lado a alguien que simplemente lo entiende.
A veces puede ser difícil explicar por lo que estás pasando a gente que no está relacionada con el deporte, pero con Molly es muy sencillo
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Sincronizar los altibajos
Como mitad de la "pareja poderosa del cliff diving", Heslop se encuentra ahora en la posición única de compartir con su compañera la montaña rusa de todas y cada una de las paradas del calendario de las Series Mundiales Red Bull de Cliff Diving. Estos días, la pareja comparte incluso un ritual previo a la competición: "Molly y yo ponemos una canción específica al máximo volumen en nuestro altavoz de la habitación del hotel, saltamos sobre las camas y nos tiramos los peluches de Molly", explica Heslop. "Llega a ser bastante agotador, ¡pero parece que funciona!".
Su permanencia juntos como clavaidstas permanentes comenzó de forma mágica en la inauguración de la temporada 2022 en Boston. La pareja irrumpió en escena, llegando "al rojo vivo" para sacudir a la vieja guardia y robar los trofeos de ganadores delante de las narices de los gigantes de los clavados Rhiannan Iffland y Gary Hunt.
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Los mejores momentos de Boston
Descubre lo mejor de la acción desde Boston en el inicio de las Series Mundiales del Red Bull Cliff Diving.
Con Carlson consiguiendo el primer 10 perfecto de la temporada y la clavada de Heslop con 4 saltos mortales y 3 giros y medio batiendo el récord de la clavada con mayor puntuación en la historia de los saltos desde acantilados, los jóvenes talentos habían establecido una nueva línea de base para lo impresionante, viviendo al mismo tiempo el sueño en lo alto del podio de los ganadores.
La pareja sincronizó sus victorias una vez más, a principios de esta temporada en Montreal, la ciudad natal de Carlson. La victoria conjunta contribuyó a garantizar el segundo puesto del canadiense en la clasificación general, e impulsó a Heslop a lo más alto de la clasificación masculina, donde permanecería y lucharía por la victoria final hasta la final de Sydney.
Montreal winners Aidan and Molly are all smiles
© Romina Amato/Red Bull Content Pool
"Fue un momento muy especial en muchos sentidos. Ganar delante de mi familia, ganar junto a Molly y conseguir mi mejor marca personal hicieron que fuera un acontecimiento memorable", comenta Heslop.
Pero aunque los éxitos compartidos en las Series Mundiales aportan un elemento extra de alegría a la competición, las vueltas y revueltas de competir juntos al más alto nivel también pueden significar una doble dosis de decepción, abatimiento y ansiedad. Para el nuevo campeón, el precio de perseguir la victoria merece la pena.
Ver saltar a la otra persona y estresarse por ella suele ser algo muy difícil de hacer
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Encontrar el equilibrio
Tras haber pasado tres temporadas luchando por el título de campeón que siempre creyó que podía ganar, el joven de 22 años está todavía en los primeros capítulos de su historia. Hay muchas posibilidades de que 2024 marque el inicio del dominio deportivo por el que Heslop ha luchado desde aquellos primeros días de clavados.
Sin embargo, dado que el nivel de los saltos de trampolín no deja de aumentar y evolucionar, mantenerse al frente del pelotón y aportar nuevos niveles de dificultad y complejidad a la plataforma conlleva naturalmente un elemento de riesgo. El entrenamiento físico y mental nunca se detiene, hasta esos últimos segundos antes de comprometerse.
"Utilizo música, malabares y juegos para mantener la mente ocupada y estimulada antes de una inmersión. Pero lo último en lo que pienso antes de una inmersión puede variar mucho", dice. "A veces estoy totalmente concentrado en la inmersión, a veces es algo de miedo, y a veces realmente no estoy concentrado en absoluto", dice.
Incluso con toda su experiencia en romper límites, Heslop confiesa que ni siquiera él está siempre completamente seguro de dónde están los límites de sus capacidades, y de vez en cuando, tiene que dar un paso atrás y recalibrar.
"A principios de 2023, estaba probando una nueva inmersión, el 'back quad quad': cuatro volteretas hacia atrás con cuatro giros. El año anterior había hecho la inmersión con una voltereta menos y sabía que esta mejora sería dura, pero no me había dado cuenta de hasta qué punto", recuerda. "Mi primera inmersión terminó con un mal aterrizaje, que me lastimó el cuello y me impidió intentar otra. Cuando volví para la Copa del Mundo de Acuática, mejoré mucho, pero siguió siendo, con diferencia, la inmersión más dura que he hecho nunca", confiesa.
Heslop archivó sus intentos de llevar el salto a la temporada 2023 de las Series Mundiales Red Bull Cliff Diving, pero podría hacer su aparición en algún momento del futuro. Y a pesar de su salvaje confianza y de su aparente gusto por la adrenalina, Heslop se considera bastante sensato, quizá por eso sólo ha estado a punto de sufrir algunos accidentes en lo que va de carrera.
Sube la adrenalina... saltando desde la Fortaleza de Rumkale en Gaziantep
© Dean Treml/Red Bull Content Pool
Mientras rodaba un proyecto en Rumkale (Turquía), me acerqué a menos de un metro de la pared del acantilado desde 26,5 m de altura. Me dio un vuelco el corazón
"En Adrenalin Quarry, cerca de mi casa en el Reino Unido, estaba probando una nueva inmersión y me perdí a mitad de la inmersión. Sin tener ni idea de dónde estaba en el aire, de algún modo conseguí corregirme y aterrizar sano y salvo", recuerda. "Por suerte, aún no he sufrido lesiones graves en inmersiones desde acantilados, pero sí que he estado cerca de rocas y acantilados. Siempre es un poco realista cuando casi chocas contra una roca a 80 km/h", admite.
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Logro desbloqueado... pero sin tiempo para descansar
Es poco probable que el nuevo ganador del trofeo Rey Kahekili tenga mucho tiempo libre en un futuro próximo. Heslop es el primero en admitir que estar impulsado por una ambición feroz no sólo de ganar, sino de redefinir el deporte, es un trabajo duro: significa presentarse todos los días y entregarse a fondo.
Para el nuevo campeón, el precio de perseguir la victoria merece la pena. El esfuerzo nunca se detiene, porque Heslop está forjando un legado, decidido a convertirse en el nombre más dominante de los saltos de trampolín. Así que esta última victoria no es la cima, sino el trampolín hacia un futuro que promete cotas aún mayores.