¿Qué talla de botas de snow necesito?, ¿qué tipo de flex?, ¿qué sistema de lazado es mejor? La elección de las botas de snowboardpuede convertirse en un verdadero quebradero de cabeza. El amplísimo abanico de posibilidades que encontramos en el mercado y el desconocimiento entre los menos experimentados de ciertos trucos para dar con la bota adecuada hacen que pueda convertirse en un proceso estresante, y lo que es peor, poco fructífero. Y es que a nadie nos gusta hacer una mala compra y mucho menos sufrirla en nuestras propias carnes una vez estamos en la montaña.
Piensa en funcionalidad y no en diseño. Tu comodidad y tu físico son más importantes que el postureo.
No existe ningún estándar o formula exacta para elegir unas botas de snow, por lo que se trata de un proceso personal y subjetivo. Desde RedBull.com queremos tratar de dar respuesta a algunas de las preguntas que surgen durante la elección, así que esperamos que estos consejos os sirvan para aclarar dudas y facilitar así una buena elección.
1. ¿Qué tipo de botas necesito?
Lo primero de todo es saber qué tipo de bota de snowboard necesitas. De la misma manera que pasa con la elección de la tabla y de las fijaciones, para contestar a esta pregunta tenemos que tener en cuenta el nivel y el estilo de riding.
Estos dos factores determinarán el tipo de flex de tus botas de snow, cuanto más dura mayor reactividad y cuanto más blanda mayor libertad de movimiento. Todas las marcas tienen catalogados sus modelos de botas por tipo de riding y flex, sigue sus consejos y no te guíes por la estética.
Para principiantes se aconseja elegir una bota con un flex menor (más blanda) que aporte cierta comodidad, evitando así molestias y la fatiga de músculos al final de un día en la nieve.
Si te consideras un rider todoterreno lo mejor es que busques unas botas con un flex intermedio. A partir de ahí serán los pequeños detalles de tu estilo de riding los que harán que te muevas en la escala de flex hacia una bota más dura o más blanda. Si te gusta carvear a toda velocidad por las pistas o disfrutar de una buena sesión de freeride, necesitarás unas botas más rígidas que transfieran mayor poder de reacción a tus cantos. Por el contrario, si eres un habitual del park o te gusta monear por las pistas lo ideal es que busques una bota más blanda que te permita una mayor maniobrabilidad.
Otro de los factores a tener en cuenta es la altura de las botas. Por lo general suele ir asociado a la rigidez, cuanto más alta es la caña mayor poder de control de los cantos (botas de freeride) y cuanto más baja y ancha mayor libertad de movimientos (botas de freestyle). En este punto es muy importante recordar a las chicas que las botas diseñadas para mujeres tienen una caña más baja y estrecha que se adapta a su anatomía.
2. ¿Cómo sé cuál es mi talla de botas de snowboard?
Se trata del factor más importante a la hora de comprar unas botas de snowboard ya que una buena elección de la talla de tus botas de snow significa un ajuste perfecto del pie y esto, a su vez, un poder de transmisión mayor a los cantos de la tabla. Puedes haber escuchado muchos consejos y trucos, pero lo indispensable es probarse las botas que haga falta hasta encontrar unas que se amolden a tu pie a la perfección.
Es necesario probárselas con el mismo tipo de calcetín que vayamos a utilizar en la nieve. Hay quienes lo prefieren fino y otros algo más gordo, pero nunca utilices calcetín doble.
Las tallas de las botas pueden variar dependiendo del fabricante, pero por lo general tu talla será la misma o parecida a la que utilices en el calzado de calle. Para saber cuál concretamente te aconsejamos seguir estos pasos:
1. Test de la plantilla: Saca la plantilla del botín y písala para ver si esta se amolda al ancho y largo de tu pie. No debería de sobrar más de un centímetro de la punta ni que tu pie desborde en exceso por los laterales. Cuando encontremos una que se amolde a nuestro pie podemos pasar a calzárnosla.
2. Ajustado pero cómodo: Al probarte la bota de snow y atarla debidamente (botín y bota) debes sentir el pie apretado pero cómodo, sin llegar al punto de que te corte la circulación o cause molestias algún punto de presión.
Si te sientes cómodo con dos tallas, elige la que te quede más ajustada ya que con el uso el botín perderá consistencia.
3. Test del dedo: Una vez atadas ponte de pie y al hacerlo tu dedo gordo debería tocar ligeramente la punta de la bota, pasa el peso de tu cuerpo al talón y flexiona ligeramente las rodillas como si fueses a realizar un giro y deberías dejar de tocar la punta con tu dedo.
4. Talón pegado a la suela: Asegúrate que botín y bota están bien atadas y te sientes cómodo. Ponte de pie y flexiona las rodillas hasta el punto de abrazarlas, vuelve a ponerte de pie. Si haciendo esto notas que el talón se levanta o se mueve en exceso necesitas otro tipo de bota, seguramente con una caña más estrecha o una talla menor.
Camina, salta; si sientes que los talones se separan de la plantilla de tu bota no es buena señal.
3. ¿Qué sistema de lazado es mejor?
Otra de las características que te harán dudar entre qué bota elegir. Como en todo, para gustos los colores, pero vamos a intentar explicarte qué tipos de ajustes existen con sus puntos a favor y sus puntos en contra.
Cordones
A favor: El lazado tradicional permite ajustar y apretar por zonas, evitando así posibles holguras o molestias en los pies. Bien atados no suelen desajustarse y en caso de rotura es fácil y barato cambiar de cordón.
En contra: Es el sistema más lento e incómodo para el ajuste, lo que hace que te lo pienses más de una vez antes de desabrocharte la bota. El frío y el hielo son su archienemigo, con ellos es difícil ajustarse el lazado y, por descontado, tendrás que quitarte los guantes.
BOA®
Este sistema utiliza la recogida de un cable de acero mediante una rueda para ajustar de manera rápida la bota. Existen modelos con BOA® doble, una para la parte superior y otra para la inferior.
A favor: Ajuste fácil y rápido, solo hay que girar una simple ruleta hasta que sintamos bien sujeta la bota. Cuando paremos a descansar con un solo click podemos desatarnos la bota. La BOA® doble ajusta el lazado en la parte del tobillo con una ruleta y en la parte de la caña con otra, por lo que asegura una buena sujeción.
En contra: En la BOA® simple el cable de acero aprieta de manera homogénea por lo que puede provocar molestias o dejar holguras al no amoldarse bien al pie. El mayor handicap de este sistema es que en caso de rotura la solución en pistas es prácticamente imposible. Suelen ser más caras las botas con este sistema de cierre.
Cierre rápido
Cada fabricante cuenta con un sistema diferente, pero todas las botas de snowboard de cierre rápido se asemejan entre sí. Básicamente se trata de un sistema de cuerdas que al tirar de ellas ajustan la bota al pie y se bloquean.
A favor: El ajuste más rápido de todos. Las botas de gama media-alta de este tipo tienen sistemas de dos tiradores, uno para la parte superior y otro para la inferior, asegurando así una buena sujeción.
En contra: Si necesitamos o nos gusta llevar muy apretadas las botas, puede resultar difícil apretar al máximo el cierre con los tiradores. Según la calidad de la bota y el sistema, puede ser habitual que se suelte a mitad de una bajada y perdamos poder de transmisión a la tabla.
Sistemas Mixtos
Los fabricantes tratan de innovar cada temporada en sus botas y una de los puntos donde más pruebas realizan es en el sistema de lazado. Podemos ver así multitud de variedades e ideas para una mejor sujeción que incluyen sistemas mixtos como el de esta Vans Infuse que mezcla el lazado tradicional con otro de BOA®.
4. Botín y plantillas, las claves de un ajuste perfecto
Tanto el botín como la plantilla son dos elementos fundamentales en la relación sujeción/comodidad. Es por esto que las marcas ofrecen en sus modelos (generalmente a partir de gama media-alta) botines con materiales termoformables para que estos se adapten a tu pie y plantillas con geles que aporten comodidad en el talón.
En el caso de estas últimas, si utilizamos plantillas ortopédicas es importante hacerlo también con las botas de snow y si queremos un ajuste perfecto y nuestro bolsillo nos lo permite, se pueden hacer plantillas a medida para que el acople sea total.
5. ¿Cómo puedo asegurarme que son las botas que necesito?
Pese a seguir los pasos anteriores, puede que aún te encuentres entre varios modelos de botas… así que aquí van unos últimos consejos para facilitarte la elección.
1. Piensa en funcionalidad y no en la moda. Si estás entre un par o tres de modelos, pruébatelas a ciegas y elige que mejor se ajuste a tu pie y sea más cómoda. Deben ser nuestros pies quienes elijan, no nuestros ojos.
2. Pruébalas todo lo que puedas. Lo ideal sería hacerlo en la montaña, pero como esto suele ser bastante difícil, pruébate las botas cuando estés en casa. Pasa horas de pie con ellas y sabrás si esas son las botas que necesitas. Si notas el talón suelto al andar o puntos de presión que van a más, lo mejor será mirar otra talla o modelo.
3. Comprueba que son 100% compatibles con tu equipo de snowboard. Pruébatelas y cálzate tu tabla de snowboard, si al ajustar las fijaciones notas puntos de presión molestos o algún roce lo mejor es que te olvides de esas botas. Puede pasar con las botas de BOA® doble.
4. Olvídate de la segunda mano. Las botas de snow se hacen al pie de cada usuario por lo que no es nada recomendable comprar unas ya usadas. Unas botas desgastadas y echas a otro pie pueden convertirse en una pesadilla en la montaña, lo barato terminará saliendo caro.
5. Acude a una tienda especializada. Déjate aconsejar, un experto sabrá cuál es la bota que mejor se adapta a tus cualidades y a tu bolsillo.
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