MotoGP
Así ganó Jorge Martín el título de MotoGP™ 2024
Un nuevo campeón ha sido coronado: así es como la sensación española Jorge Martín pasó de pilotar una pocket bike en aparcamientos vacíos a convertirse en el campeón del mundo de MotoGP™.
Hay un nuevo nombre grabado en la 'Torre de Campeones' de MotoGP™. Jorge Martín se hizo con la corona de 2024 tras un épico enfrentamiento en el final de temporada en Barcelona con su archirrival y antiguo compañero de habitación Francesco Bagnaia.
El sueño de todo piloto de motociclismo es ser campeón de MotoGP™, ser oficialmente el mejor piloto del planeta ese año. Para Martín, hacerse con el título demuestra ahora que ha dejado atrás los demonios de años anteriores, los errores cometidos en los peores momentos posibles, además de completar una de las grandes historias de remontada de todos los tiempos tras la caída que casi acaba con su carrera con sólo 23 años.
Desde que MotoGP™ introdujo el año pasado las carreras adicionales de media distancia "Sprint", los pilotos compiten ahora entre sí un mínimo de 40 veces al año. La regularidad nunca ha sido tan importante para ganar el campeonato. Así, con el triunfo de Martín, puede que “sólo” haya conseguido tres victorias en carreras dominicales y siete victorias al sprint, pero lo más importante es que ha subido al podio 31 veces en total. Si lo comparamos con Bagnaia, con la increíble cifra de 10 victorias dominicales, está claro que el juego ha cambiado en este deporte y que Martín lo domina.
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Jorge Martín es el nuevo campeón del mundo de MotoGP™ 2024
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Jorge Martín celebra el título con los aficionados en el podio
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Llegar a la cima de cualquier deporte es una tarea hercúlea, ser uno de los 22 pilotos que cada año compiten con las mejores motos en los mejores equipos y en los mejores circuitos es algo de lo que sentirse orgulloso. Pero estar en el siguiente nivel, ser un ganador, esos atletas son otra salsa.
Su historia sobre dos ruedas empezó como la de muchos otros que han seguido este camino, en una pocket bike en aparcamientos vacíos. Las carreras eran una vocación natural:
“Siempre me gustaron las motos y era un juego. Poco a poco fui rápido, ganaba, me ascendían al siguiente campeonato, luego al siguiente...”. recuerda.
Como aficionado, se codeó con los grandes de aquella época de finales de los años 00 y principios de los 10: Rossi, Stoner, Lorenzo y, más tarde, Marc Márquez, cuando no era más que un pequeño piloto de 125cc.
El objetivo de llegar a lo más alto estaba claro en la forma en que la familia Martín se volcó en las carreras: “Yo soy de Madrid, así que para ir desde allí a los circuitos de la costa mediterránea, Valencia y Barcelona, viajábamos todos los fines de semana. Mis dos padres trabajaban de lunes a viernes, así que fue muy difícil, aunque para mí sólo era un juego”.
Todo parecía ir sobre ruedas hasta que se produjo el crack financiero mundial. Su padre perdió el trabajo y se acabó el dinero para ir a competir. Su última opción para continuar con una posible carrera fue presentarse al evento de selección de la Red Bull MotoGP™ Rookies Cup.
Jorge recuerda: “Intenté dar lo mejor de mí en ese evento de selección y creo que fui el más rápido. Me seleccionaron y, a partir de ahí, todo fue muy bien”.
Martín pasó el corte de la Red Bull Rookies Cup en 2012 para abrirse camino
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Martín ganó la Red Bull Rookies Cup en 2014
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Ganó la Rookies Cup en su tercer y último año, lo que le allanó el camino hacia el Campeonato del Mundo en Moto3 2015. Su título de MotoGP™ le convierte en el primer Campeón de la Rookies Cup que se alza con el máximo galardón del motociclismo.
Ganó el Campeonato de Moto3 tres años después, en 2018, antes de pasar dos años en la categoría de Moto2 (la serie que alimenta MotoGP™) con abundantes victorias, pero un segundo título mundial que finalmente se le escapó.
Martín se hizo con su primer título mundial de 2018 en Moto3™.
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Sus resultados y su potencial le valieron para ganarse un asiento en la categoría reina con Pramac Ducati para 2021. Decir que fue un comienzo turbulento en la categoría reina sería quedarse corto.
Aunque fue rápido desde el primer momento en el que echó la pierna por encima de la Ducati Desmosedici, todavía faltan trozos del asfalto en la salida de la curva tres de Catar debido a una aparatosa caída que Martín sufrió en su primer test. Nada muerde como una moto de MotoGP™ cuando va mal. Esa moto en concreto acabó casi entera en el contenedor.
¿Le frenó? De ninguna manera. De hecho, su adaptación a la máxima categoría está probablemente infravalorada en una época de ascensos meteóricos como los que hemos visto de Marc Márquez y Pedro Acosta. Martín fue tercero en su segundo fin de semana en MotoGP™ en el mismo circuito en el que había destrozado una moto menos de un mes antes.
Sin embargo, la historia fue muy diferente en la siguiente ronda en Portugal. Jorge explica:
“Fue una caída saliendo de boxes, porque normalmente estos neumáticos nuevos están brillantes, así que hay que 'limpiarlos'. Y yo no lo sabía en ese momento porque era un novato con dos carreras en MotoGP™. Hoy en día, cuando salgo del camión, siempre intento ir muy suave y limpio cuando están así de brillantes, para luego atacar. Pero si empujas con esa capa brillante encima, ¡entonces te vas a tomar viento!”.
No fue una caída cualquiera. Su lista de lesiones resultantes era extensa: fractura de tibia y peroné, y un número considerable de huesos rotos en las manos, que fueron los principales problemas para volver a subirse a la moto. Y continúa: “Lo más difícil de superar fue todo el dolor de mi cuerpo. Tuve algunos problemas incluso cuando gané [su primera carrera] en Austria [ese mismo año]”.
Su carrera estuvo a punto de terminar aquel día, sus lesiones eran así de graves. El motociclismo resumido en pocas palabras: del subidón de un podio de debut un fin de semana a la cama del hospital quince días después. Brutal.
Martín se recuperó de una lesión para ganar su primera MotoGP™ en Austria
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Lo más difícil de superar fue el dolor. Tuve algunos problemas incluso cuando gané en Austria
El enfoque de Martín siempre ha sido el todo o nada en la pista desde el momento en que ondea la bandera verde al final del pit lane, en cada sesión.
Es fácil verle en la pista, siempre lo ha sido desde que subió a la categoría reina. Incluso Will Smith quedó asombrado por su estilo en las curvas y compartió un vídeo de él en su Instagram. Pero a este nivel no se trata de estilo, sino de funcionalidad. Jorge lo explica: “Como soy un piloto muy pequeño - mido 1,67 m, no es mucho - y tengo que ir muy bajo en el suelo para girar la moto”.
Es el más rápido del mundo a una vuelta. Especialista en clasificación y “rey del sprint”.
Nadie puede tombar una MotoGP™ más bajo en una curva que Martín
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En una ocasión describió su enfoque como “vivir curva a curva”, metiendo la moto en una curva lo más rápido posible, sin saber si saldrá del otro lado “con la goma hacia abajo”.
¿El mejor ejemplo? Alemania 2023, frenando lo más tarde físicamente posible en la primera curva, con la rueda trasera a medio metro de altura y la pierna derecha agitándose en la brisa de 150 km/h.
Pero ser rápido no es lo que gana campeonatos.
Pilotar así puede llevar a cometer errores, a veces cuando más importa. Esa es la historia del desafío de Jorge por el título de 2023.
Durante todo el invierno le persiguieron los errores, como la caída en una victoria que parecía garantizada en Indonesia, sólo 24 horas después de ponerse líder del campeonato con una victoria en el Sprint:
“A veces tengo que ser más frío y relajarme e intentar analizar mejor las situaciones. Por ejemplo, la temporada pasada en Lombok, iba líder con tres segundos de ventaja (y me caí). No tenía sentido hacer eso... Es más importante terminar cuarto que no terminar”.
Martín aprendió mucho de su fracaso en 2023
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A veces tengo que ser más frío, relajarme e intentar analizar mejor las situaciones
Para 2024 tuvo que pasar página: “Las emociones, el control de los impulsos y la gestión de los momentos críticos son algunos de los aspectos en los que más he mejorado”, asegura.
Cuando la diferencia entre ganar y perder puede ser tan pequeña como acercar un milímetro más la maneta de freno al manillar o girar medio grado más el acelerador, mantener la calma es primordial.
Si hay algo que se puede deducir al hablar con Jorge es que su adversario número uno es él mismo. Bromea: “¡No tengo problemas por la noche pensando en otros pilotos!”.
Incluso con toda la pretemporada para afinar mentalmente, ponerlo en práctica en la pista con otros 21 pilotos es harina de otro costal. Tanto Martín como Bagnaia cometieron errores en 2024, pero esta vez fue Martín quien mantuvo la cabeza fría en los momentos cruciales.
Al principio de la temporada, en Jerez y Alemania, el que acabaría siendo campeón cometió importantes errores, y en ambas ocasiones se fue al suelo desde la primera posición, como en Lombok. Pero finalmente dejó atrás esos problemas en las vacaciones de verano. El único error importante que cometió a partir de entonces fue en Misano, donde una ligera lluvia durante el Sprint dio a los pilotos la opción de cambiar a neumáticos de lluvia. Entró en boxes cuando sus rivales no lo hicieron.
Hay una línea muy fina entre el héroe y el cero en esas situaciones. Un minuto más de lluvia y la pista podría haber estado lo suficientemente mojada como para que esa decisión fuera heroica. Pero no era su día.
Hubo otras ocasiones en las que Jorge demostró a todo el mundo lo mucho que había progresado. Una victoria el domingo en Portimão acabó con los demonios de 2021. Incluso se hizo un nuevo tatuaje para marcar el final de ese capítulo: “Tengo un gran ave fénix en la espalda porque desde Portimão en 2021, volver de esa situación y ganar, me sentí como un ave fénix [resurgiendo de las cenizas]”.
Martín ha estado al frente desde el principio en 2024
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Martín ha subido a lo más alto del podio tres veces durante 2024
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En mayo llegó Le Mans, y vencer el domingo tanto a Bagnaia como a Márquez en una lucha justa hirió la confianza de sus rivales. Ahora sabían que el Rey del Sprint también sería una amenaza constante cualquier domingo.
Algunos expertos dirán que éste es el campeonato del que comete menos errores. Y mientras Bagnaia cometió algunos errores clave que ayudaron a que el impulso se decantara a favor de Martín - caerse en la segunda posición en Misano, o del Sprint en Sepang - el triunfo de Jorge se debe más a saber cuándo es mejor luchar por la victoria, y cuándo conformarse con el mejor resultado posible, como el segundo puesto.
En la húmeda carrera del domingo en Tailandia, persiguió a Márquez y Bagnaia por la P1. La caída de Márquez delante de él fue suficiente para ayudarle a ser segundo y no caer en la misma trampa.
La penúltima ronda en Sepang fue probablemente la mejor actuación de fin de semana de toda su campaña, quizá incluso de su carrera. Bagnaia estableció un nuevo y devastador récord de vuelta en la sesión clasificatoria, en la que Martín es visto como el “inevitable” ganador de la pole. ¿Podría remontar y arrebatársela a Pecco en el Sprint? No sólo fue a por la victoria, sino que su ritmo obligó a Bagnaia a cometer otro error, y se fue al suelo mientras perseguía al #89. Ventaja para Jorge.
El domingo se produjo una batalla sin precedentes. Ambos pilotos se enzarzaron en una lucha a cara de perro durante las cinco primeras vueltas que no habíamos visto desde hacía años: el motociclismo en su máxima expresión. Pero incluso entonces, en medio del caos de adelantamientos impetuosos (pero limpios) que se producían cada dos curvas, Martín tuvo la calma necesaria para decir basta. Bagnaia se escapó, se hizo con la victoria, Martín con el segundo puesto y se hizo con una considerable ventaja de 24 puntos de cara al final de Barcelona. El resto es historia.
Martín y su equipo Pramac han forjado una asociación de éxito mundial
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Saber cuándo es posible ganar y cuándo simplemente coger tantos puntos como se pueda. Así es como se ganó el título de MotoGP™ 2024.
¿Y ahora qué? El nombre de Jorge Martín está grabado en la inmortalidad de MotoGP™.
Una nueva aventura le espera cuando se convierta en piloto oficial de Aprilia en 2025. ¿Es todo, soñar, creer, conseguir? ¿Es el momento de embolsarse el dinero para una pensión o para su próximo coche deportivo? ¿Pasar tiempo con la familia?
Por supuesto que no.
Aquí es donde vuelve a encerrarse y recuerda su mantra personal: “Miro atrás y veo lo que he conseguido y en quién me he convertido. Miro a mi alrededor y veo el equipo de personas que tengo, tanto personal como profesionalmente. Y entonces digo: 'tienes que llevar esto adelante'”.
Volverá a la moto y al gimnasio, así como a trabajar con el entrenador mental que resultó clave para su victoria en el título de 2024. ¿El objetivo? El segundo título de MotoGP™. Pero esta vez, como piloto oficial.
“Quiero disfrutar del proceso, disfrutar entrenando, y al final ganar es una consecuencia de hacerlo. Si haces todo el trabajo bien, si estás concentrado, las consecuencias son que ganas. Así que no estoy obsesionado con la victoria. Me obsesiona más el proceso”.