“La tabla de skate tiene un mensaje propio muy grande. En el momento en el que pones algo ahí, ya estás hablando de más cosas que en un lienzo”. Bajo esta premisa y aprovechando su mudanza al campo, Juan Díaz-Faes empezó a coquetear con el arte urbano… y el arte rural: “Me gusta pintar en la ciudad y que lo vean miles de personas, pero también donde vivo, cerca del mar, donde no lo vea nadie… o un señor que esté viendo las vacas”.
Asimismo, alejado de la parte más seria del arte, se sentía cómodo experimentando sobre las láminas de arce canadiense de una tabla de skate. Además, “era más yo”, confiesa. Un ‘yo’ que había empezado a patinar y a surfear de adolescente y que por tanto se encontraba en su salsa, en su entorno.
Las tablas se vendían, gustaban, así que pensó en dar un paso más y pintarle una tabla a un skater profesional. ¿Un sueño? Sí, de los que se cumplen. Así lo quiso el destino cuando eligió que esa persona fuera Danny León. Así se lo habían sugerido varios amigos en común. Así se materializó tras un encuentro casual -o no- en una feria de Madrid con parte del equipo de Red Bull.
5 tablas, 5 ideas
Danny y Juan coinciden en afirmar que “trabajar juntos ha sido muy fácil, la conversación fluía sola”. Mantuvieron algunos encuentros virtuales en los que se preguntaron qué hacían, qué gustos tenían, qué tipos de tabla les gustaban… y del intercambio nacieron 5 ideas para 5 tablas y también, dicen, “una posible gran amistad”.
El león
Se trata de una tabla con una composición clásica de dibujo en el medio, tabla lisa y marca en el tail o en el nose. La herencia de los Pro Model que Danny tiene en Jart pero con el toque y el estilo de Faes. “Mi apellido, algo con lo que me identifico mucho”, explica Danny.
Mi apellido, algo con lo que me identifico mucho
El corazón con alas
Otra de composición clásica. “La idea surgió de un anillo que tengo con un león. En un lado hay unas jirafas y en el otro un corazón con alas”, relata el skater. Una metáfora de la pasión con la que hace las cosas y de lo alto que ha volado en su carrera. Todo ello plasmado “en un corazón real, con sus venas, con mucha información”, resalta el artista.
La idea surgió de un anillo que tengo con un león. En un lado hay unas jirafas y en el otro un corazón con alas
El ukelele
La tercera y última de las clásicas. Danny le contó a Juan que cuando viaja siempre lleva un ukelele en la maleta. Como se trata de algo muy icónico, “es difícil hacerlo personal, así que fui trabajándolo y acabé llegando a un retrato con el clavijero del ukelele asomando”, desvela Juan respecto al proceso de creación. Y añade: “Me gusta porque surgió una imagen potente, algo que no esperaba ni buscaba”. La famosa serendipia.
Me gusta porque surgió una imagen potente, algo que no esperaba ni buscaba
El león más arriesgado
La más arriesgada para el skate, rompiendo con lo clásico y entrando precisamente en la zona donde Díaz-Faes se siente más cómodo: “Otro león que resume el proyecto, más naif, quizás más infantil, jugando al Rey León, con mi máscara, con los nombres de Danny, el de Jart -que tiene mi J y la palabra ART- y el mío”. Bonita mezcla. Bonito resumen.
Un león que resume el proyecto, con los nombres de Danny, el de Jart y el mío
Kira
“Sentimentalmente es mi favorita”, confiesa Danny León, que cuenta con pasión la historia que esconde esta tabla: “Está dedicada a mi perra Kira, un bóxer cruzado, la más chiquitita de la camada, un miembro más de la familia desde que tenía 3 años. Me dejó con 18, dos días antes de competir en el Nass. Competí con su collar en el pantalón y gané el primer campeonato de la Copa del Mundo. A partir de ahí, hice un cambio bastante grande -a mejor- en las competiciones”. Hoy en día la sigue llevando de fondo de pantalla…
Se da la coincidencia, además, de que el artista asturiano no hace ni un año que tiene un perrito y asegura que “entiendo el cariño que le tiene”. Eso sí, reconoce que “fue a la que le di más vueltas, porque sé de la importancia sentimental que tiene para Danny y quería que se la sintiera suya pero mi estilo no es realista, así que opté darle mi toque a Kira y por un fondo con el collar, que sí que es como el que llevaba”.
Fue a la que le di más vueltas, porque sé de la importancia sentimental que tiene para Danny y quería que se la sintiera suya
¿Cómo se pintaron?
La combinación del tiempo, los temas seleccionados y el estilo propio del artista llevaron a Díaz-Faes a pintar las tablas a mano, con reserva de vinilo y spray de color negro -Juan- y amarillo -Danny- con detalles en blanco hechos a pincel. Con su caligrafía habitual, totalmente reconocible. Y buscando que fueran lo más planas posibles para que fueran patinables.
Porque al final, sea un arte o no, el skate va de patinar. El Go Skateboarding Day va de patinar. Cada uno a su manera, cada uno con su estilo. Cada uno con su arte. El de Danny León, en esta ocasión, combinado con el del artista urbano Juan Díaz-Faes.