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Nuke ha vuelto, con algunos cambios en el mapa pero, ¿cuáles son las consecuencias?
Los más nostálgicos lo echaban en falta, pero Valve por fin ha decidido volver a meter de_Nuke en la vertiente competitiva de CS:GO. La planta nuclear estará presente en las próximas competiciones según anunció la compañía. El comunicado también sirvió para dar una gran noticia: el premio total de las Major de CS:GO aumentaría en 1 millón de dólares. Nuke ha vuelto, pero no es el mismo escenario que recordarás. La capa de pintura ha llegado acompañada de novedades de lujo.
Como uno de los mapas más singulares del modo Demolición, con los dos sitios para colocar la bomba uno encima de otro, Nuke es un escenario con bastante juego vertical. Los respiradores, las rampas, los pasajes subterráneos y las pasarelas hacen que sea un frenesí constante entre las distintas alturas. Aunque con el lavado de cara se han realizado pequeños cambios que podrían resultar ventajosos para alguno de los dos equipos.
Las llaves del cielo
La zona A siempre ha sido un lugar que hacía muy cómoda la partida para los CT. Cualquier terrorista que quisiese entrar de manera rápida por el hangar se arriesgaba a la mirilla del francotirador situado en el patio, en la entrada del refugio. O llamaba a la puerta con el chirriante ruido que producía entrar, dejando al descubierto múltiples ángulos. Ahora, con una pasarela central, muchos puntos de visión se han ocultado, dejando una vía mejor de acceso para los terroristas.
Encima, una escalera adicional permite a los atacantes acercase a los CT situados en la parte más alta del interior, el nido habitual de los francotiradores que custodian la zona A. Además, los terroristas pueden colocar la bomba encima de los bidones centrales, ganando unos preciosos segundos en caso de desactivación. Estos pequeños cambios demuestran que la balanza estaba inclinada a favor de los defensores, pero hay otras alteraciones que ayudan a equilibrar aún más la partida.
Cuando dos se convierten en uno
Con lo que cuesta colocar en A, la mejor opción es ir a B. Es tan común esta opción que todo el mundo sabe que al final de la rampa tendrás a un francotirador CT esperando con el ojo en la mira. Aunque esta no es la única forma de parar el asedio de los terroristas. Las ventilaciones que hay por las paredes convierten el pelotón defensor en una caja de sorpresas que salta en cualquier momento por alguno de los dos respiraderos.
Todo esto era antes. Ahora, el sistema de ventilación en forma de H ha cambiado para trazar una S, con una entrada delante y una salida detrás. Con ello, los CT han visto reducidos el número de puntos de acceso a los túneles, algo muy importante en las rotaciones. Estas no son las únicas formas de acceso a la zona, pero todas pueden beneficiarse o verse perjudicados dependiendo de cómo se utilicen.
Uno arriba, uno abajo
El acceso por el tejado siempre ha sido el as en la manga en Nuke. El camino tras la remodelación se ha vuelto más sencillo desde el lado de los terorristas. Incluso deja la oportunidad de caer a la zona conocida como Heaven, el nido de los francotiradores, para sorprenderles por la espalda. La misma ruta se puede tomar desde la planta baja, cruzando el patio y luego subiendo al tejado del cuarto cerrado. El control del exterior es casi más importante que montar la tienda de campaña dentro y esperar.
Los túneles también han tenido su remodelación, restaurando su conexión con la zona B por la entrada secreta del patio de los CT. Donde solían estar los contenedores tóxicos, ahora se sitúa una puerta que da acceso de forma más rápida a la zona subterránea.
Todos estos cambios han convertido a Nuke en un mapa completamente nuevo. El equilibrio con el que cuenta tras la remodelación es lo que ha hecho que Valve lo añada circuito. Ahora, si los CT pierden el exterior, los terroristas tienen opción de asaltar el reactor con los ángulos de visión más cubiertos. Por no mencionar el lavado de cara, que le sienta muy bien.