Para nadar en aguas abiertas basta ir al mar o incluso a un pantano, aunque en invierno puede ser todo un reto debido a las bajas temperaturas. Y si no que se lo pregunten a Ross Edgley, un atleta inglés que en estos momentos está nadando alrededor del Reino Unido en su proyecto Great British Swim. El objetivo es hacer los 3.200 km de costa de todo el país.
Nadar en exteriores es un gran ejercicio físico que te ayudará a perder peso, ganar músculo y calmarte la mente.
Aquí tienes 10 razones por las que merece la pena nadar en aguas frías.
1. Aumentarás tu fortaleza mental
“Ice Man” Wim Hof se baña en el hielo y corre por la nieve en pantalones cortos. El agua fría supone un “schock” positivo para el cuerpo. Intenta cada mañana ducharte durante 30 segundos con el agua fría abierta al máximo. A final de la semana serás capaz de soportarlo y podrás nadar en exteriores en pleno invierno.
2. Cargarás tu metabolismo
En tu cuerpo hay dos tipos de grasa: marrón y blanca. En la actualidad casi solo acumulamos blanca pero cuando el ser humano era un cazador/recolector el equilibrio estaba mucho más igualado. El agua fría puede activar la grasa marrón que no solo te mantendrá caliente sino que te ayudará a perder los kilos de más.
3. Saldrás de la aburrida rutina
Nadar en exteriores es mucho más estimulante que hacer 60 largos en una piscina cubierta. Enfrentándote a un nuevo reto convertirás tu entrenamiento en una verdadera aventura.
4. Potenciarás tu calma mental
Nadar en el mar puede ayudarte a encontrar la tranquilidad que a veces echamos de menos en las caóticas ciudades. Está más que probado que el disfrute de la naturaleza reduce los niveles de estrés, al igual que la posibilidad de sufrir una depresión o alguna enfermedad mental.
5. Estarás más en forma
Cuando te enfrentas a condiciones duras tu cuerpo se tiene que adaptar con rapidez. El frío hará que sea más difícil respirar por lo que será necesario optimizar el poco oxígeno que reciben los pulmones. Después de una experiencia así la piscina cubierta te parecerá un juego de niños.
6. Entrenarás de manera más inteligente
Al meterte en agua fría tus arterias se contraen. Algo similar ocurre al usar una bolsa de hielo, que puede prevenir la hinchazón después de una lesión o esguince. El entrenamiento en agua fría también puede ser muy positivo a la hora de preparar un triatlón, pues reduce la aparición del dolor muscular.
7. Refueza tu sistema inmunológico
En la naturaleza te debes enfrentar a más gérmenes. Si tienes un poco de gripe y te calientas luego con rapidez después del chapuzón, darte un baño en agua fría puede que no sea una mala idea. Nadar en aguas a baja temperatura ayuda a regular los antioxidantes del cuerpo, lo que reduce el riesgo de sufrir cáncer y enfermedades cardíacas.
8. Aumenta la libido masculina
Varios estudios han puesto de manifiesto que al nadar en aguas frías se eleva la producción de testosterona, lo que a su vez aumenta la libido en los hombres. No funciona de la misma manera en las mujeres pero el “shock” producido por las bajas temperaturas incrementa los niveles de energía y libera endorfinas, lo que produce una sensación de bienestar.
9. Sentirás menos dolor
Nadar en aguas frías aumenta el flujo de la sangre por el cuerpo, lo que mejora la circulación y disminuye el dolor. Además, las bajas temperaturas previenen la aparición de lesiones.
10. Te convertirás en un mejor nadador
Al correr al aire libre por un sendero quemarás más calorías que si lo haces en la cinta en el gimnasio. Algo parecido ocurre con la natación, pues tu cuerpo tendrá que trabajar más duro. Así que, si quieres estar en forma, enfréntate a la naturaleza.