El francés Tom Vialle, de Red Bull KTM Factory Racing, durante la prueba del Campeonato del Mundo de Motocross MX2 celebrada en Faenza, Italia, el 13 de septiembre de 2020.
© Samo Vidic/Red Bull Content Pool
Motocross

Breve historia de las carreras de motocross

El deporte del motocross ha triunfado en el mundo gracias a los circuitos, saltos y espectaculares salidas. Un show total controlado por el puño de gas.
Por Mike Berard
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El motocross se originó en el Reino Unido a principios del siglo pasado cuando los clubes automovilísticos hacían pruebas cronometradas, algunas no se disputaban sobre asfalto, sino tierra, y a estas se les llamó “scrambles”. En 1924 se disputó en medio del barro inglés el primer “scramble” de motos con un grupo de aguerridos pilotos ataviados con pantalones de lana. El deporte evolucionó a lo largo de las décadas gracias a motos cada vez más potentes, al mismo tiempo que los neumáticos iban mejorando su rendimiento. No hay duda de que el MX nació en el Reino Unido pero se hizo grande al otro lado del charco, en Estados Unidos, entre peraltes y dubies (sucesión de pequeños montículos).

El MX llega a América

A pesar de lo que se suele decir, Edison Dye no fue quien llevó el motocross a los Estados Unidos. Este deporte (competiciones con motos de off-road en un circuito cerrado) ya en 1959 estaba controlado por la American Motorcyclist Association (AMA). Dye, sin embargo, sí que contribuyó a que el MX se popularizara en América. Este señor trabajaba para Husqvarna y quería vender al público estadounidense el mayor número posible de estas ligeras motos. Para ello se aprovechó de la filosofía europea del MX, que era más sofisticada, con unas carreras que se parecían más a las automovilísticas. En febrero de 1966, en una carrera disputada en Imperial Valley en el desierto de California, Dye mostró a los americanos lo que eran capaces de hacer aquellas ligeras y potentes motos de 2 tiempos. A final de año trajo a Torsten Hallman, el campeón del mundo, quien destrozó a los rivales… El público quedó enganchado con el espectáculo.
Una imagen de la quinta ronda del Campeonato AMA de Motocross celebrado en Buchanan, Michigan, EEUU, el 7 de septiembre de 2020.

Campeonato AMA de Motocross

© Garth Milan/Red Bull Content Pool

La era de las 2 tiempos

Las competiciones de motocross en América, y en todo el mundo, crecieron de manera exponencial en los años 70. Antes de que Dye promoviese el deporte en EEUU, la AMA solo había organizado 15 carreras. En la década de los 70 comenzaron a celebrarse cientos de competiciones, sobre todo en el sur de California, que es el epicentro del motocross estadounidense. Este periodo es conocido como “la Era Dorada del Motocross en EEUU”, cuando el deporte se hizo accesible a personas de toda edad y condición. En la actualidad el motocross es uno de los pilares del deporte del motor en América y cuenta con diferentes disciplinas como el supercross (SX), el freestyle motocross (FMX), el ATV y el supermoto. En el Lucas Oil Pro Motocross Championship 2019, el campeonato controlado por la AMA Pro Racing, los pilotos se jugaban unos premios en metálico de un millón de dólares (846.000 euros). En los comienzos del deporte solo se trataba de ir deprisa y divertirse...

La era moderna del MX

Los excesos de los 80 dieron paso a la década de los 90, cuando el motocross destacó con una agresiva imagen. En aquella época empezó a formar parte de lo que se denominaba “deportes extremos”. En el MX se notó la influencia del punk rock y de la cultura del skate. Los pilotos competían por ofrecer la personalidad y la imagen más llamativa, pero las carreras las seguía ganando el que era más rápido en la pista. En esa época destacaron Mike LaRocco, Jeremy McGrath y el imparable Ricky Carmichael. Luego les llegó el turno a Travis Pastrana y James “Bubba” Stewart Jr., a partir de entonces los pilotos no solo podían correr en MX sino también en SX, además de hacer backflips (saltos mortales) y whips (derrapadas en el aire) como quedó claro en el icónico filme titulado “Crusty Demons of Dirt”. Los modernos pilotos de motocross eran capaces de hacerlo todo, desde salir disparados al comienzo de un supercross en Las Vegas hasta clavar un backflip en los X Games.

Las reglas de un deporte despiadado

Las competiciones se dividen en dos mangas, cada una llamada “moto”, de 30 minutos más dos vueltas de duración. El comienzo de la carrera es un endiablado sprint hasta la primera curva, se llama “hole shot” a la maniobra de llegar líder al primer viraje. A partir de ahí se suceden los dubies, peraltes y saltos, saltos y más saltos. Aquel que cruce la línea de meta en primer lugar gana la manga. En el motocross hay algunas reglas no escritas. Una de ellas es que nunca debes mirar hacia atrás, porque no solo pierdes tiempo sino que supone una señal de debilidad. Otra regla de oro es prepararte más para la caída que para el podio. Utiliza el mejor equipo de protección posible porque no vas a ganar al principio e incluso puede que nunca lo consigas… Conoce tu moto hasta el último detalle y no pruebes inventos el día de la carrera. Trata con respeto a los pilotos más lentos, en especial aquellos a los que vayas a doblar. Nunca te quites las gafas porque la tierra que levantan las ruedas es muy peligrosa para los ojos. La regla más importante del motocross es la diversión. Competir en una carrera de motocross puede ser una experiencia intimidante pero te aseguramos que vas a tardar en olvidar una vivencia tan intensa.

¿Te atreves a intentarlo?

Lo primero que te va a hacer falta es una moto, quizá no es mala idea comprar un ejemplar de segunda mano, para ahorrar dinero y comenzar a aprender. Te hará falta un buen casco homologado, botas específicas, gafas, guantes, pantalones y protector de pecho. Tampoco está de más un protector de cuello. Ten en cuenta una de las grandes verdades del motocross: las caídas son inevitables.
Puedes comenzar a aprender en algún circuito de motocross que tengas cerca de casa o apuntarte a un cursillo dado por un especialista. Para transportar la moto hará falta un carro o, mejor aún, una furgoneta. Empieza despacio, pon la seguridad por encima de todo y no dejes de divertirte.