La historia de Neymar Jr. no comenzó en un campo de fútbol. Se inicia, al igual que la historia de un sinfín de otros niños brasileños, en las calles de Brasil.
En Brasil, los niños empiezan a jugar al fútbol en la calle muy pronto. Está en nuestra sangre.
El barrio
El barrio en el que Neymar Jr. creció no es la típica zona esteriotipada como ‘peligrosa’. Las viejas calles del barrio de Neymar Jr. están llenas de esta energía brasileña, una energía que se define mejor como magia.
Niños descalzos corren por las calles jugando al fútbol con una pelota parcialmente desinflada, y el más joven de ellos es mejor de lo que tú podrás llegar a ser nunca. Los adolescentes, cuya actitud emana de sus poros, montan en bicicleta de dos en dos. Los automóviles circulan lento, con las ventanas abiertas, con música hip-hop a todo volumen. Estas calles están vivas, son reales, y son las mismas calles en las que Neymar Jr. creció.
"Vivíamos aquí cuando este barrio no estaba tan desarrollado", cuenta el padre de Neymar Jr. "Es un barrio muy humilde, y cuando estábamos aquí incluso había un vertedero, donde toda la ciudad lanzaba su basura. De eso no hace tanto, alrededor del 2000, y nos quedamos aquí hasta alrededor del 2008, antes de que [Neymar Jr.] se convirtiera en profesional. La casa de la infancia de Neymar Jr. se encuentra en una calle tranquila, a pocos metros de este antiguo vertedero y, a pesar de la popularidad mundial de Neymar Jr., no hay ninguna marca, ni bandera, ni homenaje al famoso jugador de fútbol.
El barrio no es decrépito, sino más bien una mezcla caótica de materiales de construcción y alturas. Está bañado por una especie de luz dorada, polvorienta, que parece caer sobre toda la ciudad de Praia Grande, con sus largas playas y exuberantes bosques que cubren el valle que viene desde Sao Paulo.
Los comienzos
Entonces, ¿cómo un muchacho cambia las calles de Praia Grande por los grandes estadios de Barcelona y el resto del mundo? "Siempre le hemos dicho que persiga sus sueños, desde que era muy pequeño", dice su padre. "El primer contrato que hice con Neymar era cuando tenía 12 años. En ese momento, creo que vislumbré que iba a conseguir una carrera en el fútbol".
Antes de ese contrato, sin embargo, Neymar Jr. era como cualquier otro chico. Bueno, hasta cierto punto.
"Siempre fue un niño feliz, como cualquier otro. Inocente y dispuesto a divertirse, sobre todo con un balón de fútbol. Mi esposa y yo siempre pensamos que teníamos que dejar que Neymar y su hermana se desarrollasen naturalmente, que fueran realmente feliz. Así que de niño quería serlo todo: Superman, Power Rangers... Era hiperactivo. Todavía lo es hoy en día", asegura.
El descubrimiento de Neymar Jr.
Así que, como la mayoría de pequeños, la imaginación de Neymar Jr. se desarrollaba cada día. Pero, a diferencia de la mayoría, tenía un brillo especial cuando jugaba. Su relación con el balón comenzó temprano, a la edad de tres años y, al igual que cualquier otra cosa aprendida de joven (caminar y hablar, por ejemplo), el movimiento se vuelve inherente con la edad. El hombre que descubrió a Neymar Jr. se dio cuenta de esta habilidad desde la primera vez que le vio jugar.
“La primera vez que vi jugar a Neymar fue en 1998 durante un partido de fútbol playa en San Vicente," afirma el primer entrenador de Neymar Jr., Betinho. "Vi a un niño de seis años de edad desde las gradas y me llamó la atención su habilidad, agilidad y coordinación motora”.
El campo de fútbol es la alegría de Neymar Jr.
Por supuesto le ayudó que su padre también hubiera jugado al fútbol a tiempo completo. A esta mezcla se le añade un genuino amor por el juego que siempre ha tenido Neymar Jr.
"El campo de fútbol es la alegría de Neymar Jr., si le das un campo de fútbol será feliz", dice el padre de Neymar. "No importa dónde esté, si en Brasil o en Barcelona”.
Brasil también hizo de Neymar Jr. el jugador que es hoy en día. Como describió su primer entrenador, Neymar Jr. juega con 'Ginga' o lo que es lo mismo, swing brasileño. Tiene un estilo de juego tan rítmico como los cantos de los estadios de fútbol.
"De todos los chicos que me ocupé, ninguno de ellos tenía lo que Neymar tiene. Se mueve rápido. Es la ‘ginga’. Eso es algo que alguien con su biotipo tiene, esa facilidad para engañar al oponente, a driblar moviendo su propio cuerpo. Él tiene esta ‘cosa’. Algo con lo que cada brasileño nace".
Una institución en el barrio en el que creció
Pero hay algo especial sobre Neymar Jr. y no tiene que ver con Brasil, sino con su carácter: no se ha olvidado de su familia y amigos.
"Los valores que tenemos aquí en el Instituto [Proyecto Neymar Jr.] son el respeto, el trabajo en equipo, y amarse los unos a los otros", asegura Betinho. “Neymar Jr. siempre ha sido así y esa es una de las razones por las que abrió el Instituto Projeto en el barrio en el que creció”, cuenta su mentor. "Quería ofrecer eso a la comunidad, y cambiar un poco la realidad para mejorar todo esto".
La magia brasileña continúa
No hay ninguna duda de que Neymar Jr. tiene un don, de que es uno entre un millón. También está fuera de toda duda que no sería el jugador que es hoy en día sin Brasil, sin la energía eléctrica del país y sin todas esas horas pasadas con una vieja pelota de fútbol en Praia Grande. Sin todo ello, Neymar Jr. no sería quien es ahora.