Gaming
Ingo Froböse, profesor y pionero de los videojuegos en la Universidad Alemana del Deporte de Colonia, investiga activamente cómo mejorar las habilidades mentales con los juegos.
"Los juegos pueden enseñar distintas habilidades: resolver tareas juntos en un entorno estresante o corregir los errores de los demás".
No hay duda de que el tiempo de reacción es una de las habilidades mentales que los jugadores competitivos, como los que compiten en el próximo Torneo High Grounds Fortnite necesitan para tener éxito. Sus estrategias para mejorar el juego van desde la dieta y el ejercicio hasta el equipamiento mejorado, como los calentadores de manos.
En este artículo, explicaremos los factores que determinan tu tiempo de reacción, te daremos algunos consejos para aumentar tu tiempo de reacción para jugar y, a continuación, identificaremos errores comunes que quizá no te des cuenta de que estás cometiendo y que podrían estar ralentizando tu tiempo de respuesta.
Comprender el tiempo de reacción
En un videojuego, el tiempo de reacción es la cantidad de tiempo que transcurre entre lo que sucede y la respuesta del jugador. Es un componente crítico del juego, especialmente en los juegos de acción de ritmo rápido, como los shooter en primera persona (FPS), los juegos de carreras y los juegos de lucha.
Por ejemplo, cuanto más rápido reacciones en un juego FPS, mejor te irá a la hora de esquivar ataques o disparar a un enemigo.
Entre los factores que pueden afectar al tiempo de reacción en los juegos se incluyen:
- La edad: Los tiempos de reacción tienden a ralentizarse a medida que envejecemos. Si no tomas medidas para mantener o mejorar tu tiempo de reacción, la ciencia demuestra que puede empezar a disminuir en torno a los 24 años.
- La genética: Algunas personas tienen un tiempo de reacción naturalmente más rápido que otras. (Afortunadamente, es una habilidad que puede trabajarse y cualquiera puede mejorar, como veremos más adelante).
- Experiencia de juego: A medida que los jugadores pasan más tiempo jugando a un determinado juego o género, se familiarizan más con su mecánica, lo que reduce la tensión mental y libera recursos mentales para reaccionar más rápido.
Consejos para aumentar el tiempo de reacción
Preparar el cuerpo y la mente puede contribuir en gran medida a aumentar el tiempo de reacción. Añade a la mezcla unas cuantas técnicas de juego específicas y podrás ver una enorme mejora en tu rendimiento.
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Preparación física
- Mejora tu salud y tu forma física en general: El ejercicio regular y una dieta sana pueden mejorar tu salud general y tu forma física, lo que a su vez puede mejorar tu tiempo de reacción. El ejercicio también favorece el flujo sanguíneo, lo que aumenta la función cognitiva y la velocidad de reacción. Una hidratación adecuada es otra clave para el rendimiento físico general.
- Haz ejercicios que mejoren sus reflejos: Como parte de tu rutina de juego, incorporar ejercicios que mejoren tus reflejos puede ser beneficioso para mejorar el tiempo de reacción. Por ejemplo, lanzar y atrapar una pelota de tenis contra una pared, practicar ejercicios de caída de la pelota y jugar a otros juegos de ritmo más rápido que requieran coordinación mano-ojo, como el tenis de mesa.
- Entrena los ojos para seguir objetos que se mueven rápidamente: Entrenar los ojos para seguir objetos que se mueven con rapidez puede ayudar a mejorar el tiempo de reacción. Jugar a videojuegos de ritmo rápido o realizar ejercicios de seguimiento ocular para jugar o leer puede ayudar a fortalecer los músculos oculares y mejorar el rendimiento.
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Preparación mental
- Reduce los niveles de estrés y ansiedad: Los estudios demuestran que los niveles elevados de estrés y ansiedad pueden ralentizar el tiempo de reacción. Para reducir el estrés, los jugadores deben utilizar técnicas de relajación, como la respiración de caja (como una inhalación profunda hasta contar cuatro, seguida de una exhalación larga hasta contar cuatro) o la meditación. Estas técnicas de relajación pueden realizarse antes o mientras juegas.
- Duerme y descansa lo suficiente: La investigación ha demostrado que dormir lo suficiente es esencial para todo tipo de funciones cognitivas, incluido el tiempo de reacción. Las investigaciones actuales indican que los adultos deberían dormir entre siete y nueve horas por noche -los menores de 18 años deberían dormir al menos ocho- y evitar la cafeína o las actividades estimulantes al menos seis horas antes de acostarse.
- Mantenerse concentrado y alerta durante las sesiones de juego: Mantenerse concentrado y alerta durante las sesiones de juego es esencial para mejorar el tiempo de reacción. Evitar las distracciones, como mirar el teléfono o hablar con los amigos, mantiene los recursos mentales concentrados en la tarea, lo que acelera el tiempo de reacción.
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Técnicas de juego
- Practica regularmente juegos que requieran tiempos de reacción rápidos: Incluso si tu juego principal no es uno que requiera reflejos increíblemente rápidos, como un FPS o un juego de conducción de coches de carreras, intenta mezclar ese tipo de juegos en tu rutina de vez en cuando. Alternativamente, puedes probar a jugar a esos juegos en modos más difíciles o contra rivales más duros online y centrarte específicamente en la velocidad mientras practicas.
- Practica con herramientas de entrenamiento de tiempo de reacción: Hay docenas de juegos y aplicaciones online -algunos gratuitos y otros de pago- que pueden ayudarte a mejorar tu velocidad de reacción. Las versiones de pago de estas herramientas suelen incluir un rastreador para que puedas ver tus progresos e identificar áreas de mejora.
- Utiliza periféricos y equipos que mejoren el tiempo de reacción: Cambiar a un equipo de alto rendimiento que requiera tiempos de reacción más rápidos, como un monitor high-speed o un ratón para juegos, puede ayudar a mejorar tu tiempo de reacción. Estos equipos también ofrecen la ventaja de unos controles más precisos. Los calentadores de manos, que mantienen la circulación sanguínea en las manos, también son una forma popular de mantener o mejorar la coordinación y la velocidad mano-ojo.
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Errores comunes que hay que evitar
Aumentar (o incluso mantener) el tiempo de reacción en los juegos también puede ser cuestión de erradicar los malos hábitos de juego o simplemente de evitar errores comunes. He aquí algunos aspectos que debes tener en cuenta a la hora de elaborar tu método de entrenamiento para acelerar tus reflejos.
- Falta de constancia: La mejora del tiempo de reacción requiere práctica y repetición constantes. No practicar con regularidad puede ralentizar el progreso y dificultar la mejora.
- Falta de concentración: Evita a toda costa realizar varias tareas a la vez durante las sesiones de entrenamiento. De lo contrario, desperdiciarás una valiosa energía mental que podrías utilizar para desarrollar tus habilidades.
- No ponerse retos: Si no te planteas retos durante el entrenamiento, es probable que la mejora de tu tiempo de reacción se estanque. Cuando practiques, considera la posibilidad de aplicar el concepto de "práctica deliberada", un término acuñado por el famoso psicólogo deportivo K. Anders Ericsson. Básicamente, lo que quieres es identificar tus puntos débiles y atacarlos deliberadamente durante el entrenamiento, en lugar de limitarte a practicar de forma general todas las habilidades necesarias sin centrarte.
- Descuidar la salud y el bienestar general: La mala salud física, la falta de sueño y los hábitos poco saludables, como la mala alimentación y la falta de ejercicio, afectarán negativamente a la mejora del tiempo de reacción.
El tiempo de reacción en los juegos puede ser una gran ventaja en los niveles más altos de competición. Aunque algunos estén más dotados genéticamente que otros, es una habilidad mental que cualquiera puede entrenar. De hecho, si tienes más de 24 años, la ciencia dice que probablemente deberías centrarte en ella para compensar cualquier degeneración relacionada con la edad que pueda producirse.
Añadir a tu rutina algunos trucos mentales para jugar no te vendrá nada mal. Mantenerte en forma mientras juegas para desarrollar tus habilidades también es una buena idea.