Los desarrolladores indie han sido responsables de algunas de las experiencias de juego más memorables de los últimos 10 años. Y no, no estamos hablando solo de ese molesto ganso (Untitled Goose Game). Desde escalar montañas físicas y emocionales hasta cuidar granjas y ser testigos de auténticas pesadillas, hemos sido bendecidos con títulos independientes que van desde lo bello a lo horrible, o lo completamente extraño. Aquí está nuestra selección de lo mejor de la década.
Inside
Playdead – PC, Mac, PS4, Xbox One, Switch, iOS
Nadie esperaba que Playdead volviera apostar por la experiencia jugable en 2D y por el estilo oscuro y lúgubre de plataformas de Xbox Live, Limbo, pero lo hizo y volvió a triunfar, una vez más.
Inside comienza de manera similar, con un niño pequeño en un mundo misterioso en dos dimensiones. Pero no está muerto, al menos todavía no: lo que empieza como una fuga de una fábrica al más puro estilo 'orwelliano', una versión menos flatulenta de la procesadora de carne de Abe's Oddysee (Oddworld), acaba convirtiéndose en algo mucho más siniestro, donde tiene que evitar morir ahogado, que le disparen, que le despedacen los perros, o que lo utilicen en experimentos médicos. Es mejor que no hablemos mucho más. Juega con sonido y las cortinas cerradas.
Celeste
Matt Makes Games – PlayStation 4, Xbox One, Nintendo Switch, PC
Es una pena que a veces el nivel de dificultad de un juego se convierta en una referencia. Celeste, del estelar desarrollador independiente, Matt Makes Games, sufrió un poco este destino con el increíble juego de plataformas que se describe como impresionante, pero difícil. Sin embargo, lo que esa descripción no revela es lo hermosa, conmovedora y divertida que es Celeste. Además, ¿creías que escalar una montaña debería ser fácil?
Celeste sigue a la adolescente Madeleine en su intento de escalar la gran montaña, luchando con sus ansiedades, tanto por la escalada en sí, como de naturaleza más personal. Cuando esta ansiedad se manifiesta en forma de fuerzas sobrenaturales y de otro tipo, el jugador tiene la tarea de escalar niveles de dificultad cada vez mayores, lo que requiere un nivel de concentración y destreza capaz de poner a prueba las habilidades de cualquier jugador. Sin embargo, la frustración siempre se ve compensada por la absoluta rigidez de los controles y la velocidad con la que se puede volver a intentarlo. Además cada etapa conquistada ofrece sensaciones increíblemente gratificantes.
Abordando brillantemente temas delicados como la depresión, la ansiedad y aceptando sus propias inseguridades, Celeste demuestra que una reputación difícil no significa nada. Lo que cuenta es el corazón que tienes latiendo dentro.
Journey
Thatgamecompany – PC, PS3, PS4, iOS
Para un juego que dura apenas tres horas de principio a fin, Journey ha dejado un legado duradero en los juegos independientes. Aparte de iniciar accidentalmente un próspero subgénero de juegos de rompecabezas, fue la gran respuesta de Sony a la floreciente escena indie de Xbox Live a principios de la década de 2010: su propia exclusiva, creada por un pequeño equipo, estableció el campo de batalla para la década venidera.
Journey es una delicia desde el principio hasta el misterioso final. Todo lo que puedes hacer es saltar, gritar y caminar hacia la cima de la montaña. A lo largo del camino, aparecerán otros jugadores compartiendo el mismo viaje, ayudándote a seguir adelante. No preguntes por qué, eso es por todos los juegos que Journey se inspiró para responder. Déjate llevar y disfruta de la experiencia.
The Witness
Thekla – PC, Mac, PS4, Xbox One, iOS
No muchos videojuegos requieren que saques un cuaderno, y menos uno con papel cuadriculado, pero si quieres ser testigo de The Witness por ti mismo, necesitarás algo de memoria, o una memoria eidética. Tú eliges.
Esta abandonada y misteriosa isla está repleta de rompecabezas basados en cuadrículas que empiezan de forma sencilla; pero sin una sola pista escrita, se intensifican, iteran y evolucionan hasta que buscas formas en cascadas y nubes que pasan. Nunca nos hemos enfadado tanto en un juego, ni nos hemos sentido tan orgullosos de superar un rompecabezas como en The Witness. Un seguimiento notable y digno del igualmente intelectual Braid, de Jonathan Blow, te debes a ti mismo ver esto hasta el final.
Stardew Valley
Sickhead Games – PlayStation 4, Xbox One, Nintendo Switch, PC
A veces lo importante es el viaje y no el destino. Ese es ciertamente el caso de Stardew Valley, que es esencialmente todo viaje. Después de que tu moribundo abuelo te legara su granja, debes empezar una nueva vida haciéndote cargo de ella: plantar semillas, cuidar la tierra y, en general, hacer las cosas que exige una granja. ¡Genial! Solo que realmente lo es. Stardew Valley es mucho más de lo que parece: requiere que el jugador establezca relaciones, lidie con las brutales realidades de la avaricia corporativa y, por supuesto, asegure que su granja sea fructífera.
Puedes explorar cuevas repletas de monstruos, desatender a la gente del pueblo, pescar y hacer mucho más. Los muchos tesoros de Stardew están tan bien construidos, con la mezcla perfecta de estrategia y trabajo, que resulta un juego extremadamente difícil de capturar. Quizás lo más fácil es decir que Stardew Valley, más que cualquier otro juego, capta la importancia de la comunidad y el valor de ser parte de ella. No olvides regar tus coles.
Owlboy
D-Pad Studios – PlayStation 4, Xbox One, Nintendo Switch, PC
El proceso de desarrollo de Owlboy ha sido largo. Pasaron ocho años desde la financiación hasta el lanzamiento, y D-Pad Studios admitió abiertamente las dificultades a las que se enfrentaron para dar vida al adorable híbrido pájaro-humano. Aunque no podemos hablar en nombre de los que están detrás del juego sobre si su experiencia valió la pena, como jugadores podemos decir que la espera fue absolutamente necesaria. Un impresionante juego de plataformas 2D rico en píxeles, Owlboy se eleva donde muchos de los juegos más esperados caen en picado, ofreciendo una experiencia ajustada y perfectamente ejecutada, que no hace sospechar que el largo período de gestación estuviera lleno de dificultades.
El juego cuenta la historia del mudo Otus, el búho, que debe trabajar con su grupo de amigos para combatir a los piratas espaciales y a un misterioso grupo de McGuffins que podrían poner fin a su asombroso mundo flotante. Una trama divertida y mucho más rica gracias a su énfasis en la amistad, sus adorables personajes, la escritura nítida y las bellas imágenes. Sin lugar a dudas, un juego que se ha ganado un lugar en esta lista. Esperemos que D-Pad Studios no nos haga esperar otra década para otro brillante juego.
Firewatch
Campo Santo – PC, Mac PS4, Xbox One, Switch
A mediados de la década de 2010 se produjo una serie de juegos etiquetados dentro del género ‘walking simulator’, la mayoría de ellos mucho más envolventes de lo que sugiere el nombre. Firewatch es una historia corta y agridulce sobre un hombre que comienza a cuestionarse su propia percepción de las cosas dentro de un parque natural estadounidense, y la relación que establece con una misteriosa mujer a través de una radio como único enlace. Se trata de una historia increíblemente envolvente, ya que durante el corto tiempo que dura el juego ni siquiera se ve otro rostro humano, que cobra vida gracias a la fantástica interpretación de voz de Rich Sommer (Mad Men).
Quizás lo que hace que el juego sea tan memorable es el hecho de que no es probable que veamos otro juego como éste por parte de sus creadores durante mucho tiempo. Dos años después de su lanzamiento, el pequeño equipo de Campo Santo fue adquirido por Valve y este mismo mes confirmaron que su próximo juego estaba en espera mientras trabajaban en otros proyectos para la gran editorial.
Bastion
Supergiant Games – PlayStation 4, Xbox One, Nintendo Switch, PC
Bajo una propuesta de rol con combates repletos de acción, el desarrollador Supergiant Games nos mete en la piel de un héroe sin palabras que se abre paso a través de un bello paisaje, con la esperanza de volver a montar el mundo roto de Caelondia. El juego ofrece combates rápidos y divertidos, un hermoso estilo de arte en el que el mundo va y viene a medida que avanzas y una amplia gama de armamento, objetos y personalización para que no te falte de nada en este singular indie, incluso cuando atraviesas multitudes de enemigos por enésima vez.
Sin embargo, lo que distingue a Bastion de sus contemporáneos es la voz en off del juego. Solo cuando juegas a Bastion te das cuenta de lo poco que el juego ha utilizado la voz en off, y nada tan bien como esto. Ofreciendo a Cormac McCarthy (Premio Pulitzer por The Road) con su grave voz, el omnisciente narrador teje perfectamente la trama de Bastion mientras ofrece reflexiones humorísticas en casi todas sus acciones. Se siente novedoso y la historia que desenreda del locuaz director es una fábula ecológica con un mensaje que vale la pena escuchar. En pocas palabras, Bastión es brillante.
RiME
Tequila Works – PC, PS4, Xbox One, Switch
RiME está criminalmente subestimado, víctima de algunos problemas técnicos que estropean el rendimiento del juego, pero en la mayoría de los casos se solucionaron al instante. Llegó al mismo tiempo que The Last Guardian de Sony, terriblemente sobrevalorado, y comparte algunas similitudes superficiales (un niño atrapado en una isla con fantásticas criaturas aladas dando vueltas y con rompecabezas por resolver).
Dada la publicidad que rodeaba al exclusivo juego de PlayStation 4, que sufrió un retraso enorme, RiME nunca tuvo la oportunidad que se merece. La gente quería amar a The Last Guardian y por eso pasaron por alto a RiME. Es una pena, ya que RiME es un exquisita aventura de puzles 3D que destaca por méritos propios y no duda en golpearte con dureza tras vivir un final muy emotivo; te guste o no, te caerán las lágrimas. ¿Alguna vez se ha contado una historia mejor sobre la familia en un juego? No estamos seguros.
Cuphead
Studio MDHR – Xbox One, Nintendo Switch, PC
Nunca hemos visto nada como Cuphead. Vale, puede que eso no sea cierto, porque Cuphead se parece mucho a la edad de oro de la animación de los años 30. Lo que sí es cierto es que nunca hemos jugado a nada como Cuphead. Mientras que su glorioso estilo artístico te absorbe, el frenético ritmo de sus plataformas, basado en la clásica mecánica de dispara y corre, y sus desafiantes batallas de jefes hacen que el juego se convierta en un espectáculo por sí solo.
Sí, es extremadamente duro, pero rara vez es injusto; y esa dureza podría equipararse con la satisfacción de conquistar a un jefe particularmente malvado (te estamos viendo, Dr. Kahl's Robot), incluso si ante tal frustración has roto el mando. Cuphead es un logro realmente impresionante y, no, probablemente nunca has jugado a nada parecido.